Consejos para llevar una vida fitness

 1. Conceptos básicos nutricionales.


Si preguntas a casi cualquier dietista-nutricionista, te dirá que, independientemente de tus objetivos de entrenamiento, la alimentación es un factor determinante de tu progreso. La comida es el combustible que te ayuda a alcanzar tus objetivos y sin una nutrición adecuada a través de alimentos de calidad, es muy probable que te estanques. Olvídate de batidos y suplementos hasta que tengas tu alimentación diaria bien planificada. Tu dieta deberá estar basada en frutas, verduras, carbohidratos complejos, legumbres, proteínas (no te olvides de las vegetales) y grasas (además del aceite de oliva tienes disponibles aguacates, nueces, salmón…).


2. Prográmate las comidas.


Independientemente de lo que estés haciendo, prepárate la comida con anticipación y así tendrás una mayor oportunidad de lograr tus metas. Lo mejor es que te prepares la comida de hoy el día anterior. 

Con esto nos aseguraremos de que no comemos cualquier cosa o nos saltamos comidas.


3. Come más.


Comer menos puede perjudicar tu rendimiento en el gimnasio y bajar tu metabolismo (reduciendo el consumo de energía en reposo). No hay un criterio claro si es mejor comer 3 ó 6 veces al día, aquí cada uno «vende su libro», pero busca aquella frecuencia que te resulte más cómoda y consume alimentos de alta calidad nutricional y que encima estén buenos.


4. Come de forma consciente.


Olvídate de comer delante del televisor o mandando whatsapps. Si comes acompañado, en un ambiente tranquilo y conversando, disfrutarás mucho más de la comida.


5. Fundamentos en la construcción de los músculos.


Si hablas con cualquier entrenador personal, te dirán que hay ciertos elementos básicos en la construcción muscular. En primer lugar, quizá necesites aumentar la ingesta de proteínas completas, aunque con la dieta occidental solemos ir bien servidos. 

En el gimnasio entrena con pesas de dos a cuatro veces por semana, depende de tu preparación previa y tu tiempo disponible. Nunca subestimes la importancia del descanso. Recuerda, el tejido muscular crece fuera del gimnasio, cuando estás dando al cuerpo tiempo para relajarse y dejar que se recupere.


6. Ve poco a poco.

Que sí, que quieres ponerte en 2 meses super cachas. Pero esto no funciona así. Tu cuerpo necesita un tiempo para que se produzcan adaptaciones de todo tipo (musculares, circulatorias…). Si empiezas muy fuerte tienes riesgo de lesionarte o de «quemarte» antes de empezar a ver resultados. Te recomendamos que te lo tomes como una carrera de fondo y que sea un cambio de estilo de vida...







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